Duele mucho buscar una explicación,
que no tengo y no encuentro,
me duele la mente pensar,
porque tuvo que ser ella,
porque mi Mamá, ella porque Señor,
ya arrastró las cadenas en la vida.
Entiendo que alguien tiene que pagar,
no se que... pero algo habrá,
pero porque ella si no hizo nada,
excepto amarnos Señor.
Ahora estoy muy cansada,
me he sentado mirando al cielo,
buscando la estrella que me guiaba,
pero tampoco está conmigo,
como todos me ha abandonado.
La tristeza y la desolación,
se van apoderando de mi corazón herido de muerte,
las lágrimas tan conocidas por mi,
empiezan a caer lentamente...
ellas también están cansadas.
La oscuridad me rodea
y fuerzo los ojos para intentar ver el camino,
pero no sirve de nada,
todo es negro a mi alrededor.
Hace mucho que perdí la luz que me guiaba,
y desde entonces...
he intentado por todos los medios
volver a encenderla,
pero no he sabido.
He andado sin rumbo,
pero había algo en mi interior,
que no me permitía parar,
quizás...
la armonía con la que cae el rocío en una hoja,
la voz de un niño pidiendo alimento,
de como se da la lucha,
en una juventud con poca esperanza.
Era como una autómata,
mi caminar no tenía sentido,
no había ningún destino,
nadie esperándome al final del trayecto,
pero yo continué mi marcha.
Ha sido un camino solitario y silencioso,
y al final me venció la desesperación.
El sueño acaba venciéndome,
y yo me dejo conquistar,
no ofrezco resistencia,
en mi interior deseo que ese sueño sea eterno,
para acabar con este dolor que es mi existencia.
Un ruido me despierta,
y oigo pasos que se acercan,
pero mi cuerpo ya no responde,
las pocas fuerzas que me quedaban han desaparecido.
Noto un roce en mi mejilla,
siento una presencia a mi lado
y alzo la mirada ...
y entonces te veo.
Quizás mi vista me engaña
pero estiro mi brazo para coger esa mano
que me ofreces y me aferro a ella con desespero,
como si fuera mi última oportunidad.
No se quien eres
pero el contacto con tu piel,
enciende en mi una pequeña llama de esperanza
y me transmite el calor que mi corazón había perdido.
Quizás... puede brillar un nuevo amanecer en mi vida?
Me aferro fuertemente a tu mano
mientras me susurras al oído: caminas conmigo?
P.M Pedro Monroy Gemio
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2016 a las 03:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Armando Luna Pineda, LEONARDO HENRRICY
Comentarios5
La dureza, con que mis nietas no aceptan la muerte de su Madre, esta llena de preguntas sin respuestas
Muy muy bueno!! Se percibe el desgarrador dolor del hablante y también invita a una reflexión. Tal vez sea de Dios la mano de los últimos versos, ¿quién sabe?. Yo apostaría que sí. De cualquier modo, es duro perder a un ser amado, te cuestiona todo tu mundo.
Gracias, si la perdida de una hija es lo mas duro de este mundo, como para mis nietas como para mi
Sentido y profundo, asi es la vida, no sabemos cuando y porque, saludos y abrazos.
Gracias
Muy sentido lo escrito tan vívidamente. Aún dentro de ese profundo dolor hay belleza por el amor tan intenso que implica. Abrazos....desde el alma.
Gracias Leo
Hermoso versar Pedro.Las niñas necesitan tiempo y momentos de disfrute realizando manualidades, gimnasia,manteniendo la mente ocupada,donde no tengan tiempo para pensar y tú amigo:ARRIBA EL ÁNIMO!! No todo está perdido,no estás solo.Valora lo que tienes a tu alrededor y piensa que si dios se llevó a tu hija quizás haya sido para vuestro bien.te sientes capacitado para empujarla en una silla de ruedas,o verla en vida vegetativa?No,yo tampoco,por eso te diré que tienes un ángel de la guarda como yo.Fe ,pronto pasará el tiempo y verás la vida de otra forma.
Abrazos de Inesita-
No es asi de facil Inesita, aunque te agradezco las palabras, pero si preferiria verla en una silla de ruedas y esto es lo mas duro que un padre puede pasar y que jamas lograra recuperarse
Pedro,ya pasé por una situación similar y se sale adelante.Nunca bajes los brazos
No los bajo, `pero me conozco bien y la situación fue diferente, jamas olvidare y ni me perdonare lo sucedido, un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.