Breve historia de amor

Esteban Mario Couceyro

Por lo que veo, ya estamos todos reunidos, ignoro si en realidad somos todos los personajes…

 

Es que nuestro autor es imprevisible, en su mente aparecen nuevos personajes como personas saliendo de un edificio incendiándose.

 

Bien, me presento, soy el personaje positivo, el que todo lo ve favorable a pesar de la realidad.

 

Señores préstenme atención, vos el taciturno, principalmente vos estate atento pues te compete.

 

Como les decía, hoy los reúno pues nuestro autor está en uno de esos marasmos del papel en blanco, no le sale nada. Parece que intenta escribir un poema esperanzado, enamorado y por sobre todo feliz.

¡Por favor señores!, calma, por favor, silencio…, sé que ese es mi tema.

Pero estoy preocupado, pues él está esquivo y me ignora. Pareciera que sus manos intentan huir como delincuentes ante la justicia.

Supongo que la luz de la felicidad, encandila su alma e intenta cobijarse en las penumbras del dolor.

El dolor vende, ¿quién no se identifica con el desengaño?, la soledad y la injusticia.

Yo, que veo todo con buenos ojos, tantas veces le mostré historias de amor, tanto que hicieron aflorar alguna lágrima, pero no me pide que actúe, que viva nuevamente el amor feliz.

 

Creo que debemos intervenir a nuestro autor, para ayudarlo y que todo regrese a la normalidad, ¿Ustedes que opinan?

Si, Melancólico, ¿que querés decir?.

 

Bueno, no pude evitar escucharte y comprender la realidad, que no es problema nuestro y sí más bien es tu fracaso. Pero seguramente la situación de nuestro autor, nos compete y por eso yo pienso ayudarte con una frase e invito a los demás que lo hagan.

Tras esto, podrás construir un poema de amor feliz y ganar el crédito que no mereces.

Podes comenzar con un “Sus ojos se encontraron mucho antes que las manos”

 

 

Sus ojos se encontraron mucho antes que las manos

hace ya un tiempo que sus vidas se cruzaron

a diario, la rutina del trabajo

poco a poco los unió

la palabra fue lentamente construyendo

sabiendo del otro con pequeños recuerdos

en preguntas casuales, fueron sabiendo.

 

Este día, la mirada es distinta

una mano, se atrevió a la otra

con la calidez…, con tanta naturalidad.

 

Ella, dejó esa mano dispuesta sobre el escritorio

me mira desde el fichero

yo también la miro

sin atreverme a nada

cierra el cajón y acomoda los cabellos

es hermosa y me estoy enamorando.

 

 

 

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