Domingo por la tarde,
repetido episodio
días de llanto,
horas de odio,
segundos de valor,
momentos de reparo
que consumen mis ganas, mi esperanza y mi tabaco.
Como el humo en la ventana
te esfumaste y me apagué
he quemado hasta mis ganas
tanta luz no deja ver
qué es el antes, qué el después,
que está ciega hasta mi alma
hasta finales de año
este mar estará en calma.
Pasé página, esperando,
a que el tiempo solucione
lo que voy estropeando.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.