Estimada amiga hoy te escribo desde la soledad mas distante y aguda, a ti que estas lejana a las cercanías borrosas del alma, a ti por quien suspira el alba, ruega el tiempo en ser drenado en ti, una vez te he visto y desde entonces mis ojos se volaron, se alejaron para poder posar en ti a diario, eres bella siendo quien serás en el desesperar de quien eres, la angustia te toma de repente y yo contigo termino flagelado a sabiendas y aun así me sorprende.
Querida amiga, hoy he tachado un día mas al conteo, un día mas que recuerdo desde que no te veo, mis sueños al menos te preceden, eres un espejismo en un argumento que me avienta a un abismo, el engaño me amedrenta o tal vez soy yo a mi mismo. Amiga hoy desperté entre brisas y algunos fatigados rayos que se colaron y reflejaron en el suelo, son de esos que te sacan una sonrisa al ver como el sol lucha por dejar una pequeña firma, hace una aparición espontánea y luego se desvanece, me recuerda a ti, me recuerda a tus ojos como tu los llamas, porque para mi aun no tienen nombre, como sucumben entre los blancos relámpagos que te tiñen, amiga se que siempre sabes que diré pero me encanta decirlo, zafiros que te circunvalan la mirada, exceso de de luz me enceguece repentinamente, espejeantes guiños de diamantes en tus ojos una vez mas ausentes, estoy justo ahora en golfo pérsico por la batalla que libra mi alma, con las manos ensangrentadas de tanto luchar en silencio, de tantas cartas tuyas en envío al tiempo.
Querida amiga, tengo el corazón empapado de batalla inmarcesible , mis manos tan frías como metales, entumecidas por si quieres detalles, Estimada, mi mirada agotada en la fauces de los soles ásperos que rotan en ti, clavos de fuego que me perforan los labios como tropel, como me cuesta decirlo, pero hasta las palabras me secuestran y se escapan, es solo un delirio que te aguarda, eres hermosa y perdona por favor, por decirte tanto lo que tu ya sabes, pero entre nardos se ha pintado la muerte, y hay algo que aun resguardo entre mis manos de secretos azules por tinta, en donde guardo refugiados temores y llanto que en silencio están alejados, mi corazón late como bombo desesperado aunque no me quedan dudas que también como bomba en escaso tiempo, ante el desastre mas hermoso contemplado.
Querida amiga tu tienes esa libertad en el alma que a mi tanto me hace falta, no pretendo hablar de mas, aunque días como hoy no es de esos en que pienso lo que digo, sino mas bien digo lo que pienso, ya estoy casi en mi totalidad disuelto en llanto, la noche se descalzo en penumbras y se enluto de sombras, la lluvia comienza a sentirse húmeda, apuesto no me creerías, lo verían en tu controversial y taladrante mirada, tal vez no siempre me creas y lo comprendo, pero hoy pido comprendas que por ti me muero.
Querida amiga, entre lógica extraña e impulsiva, como rayos de luna ciega, hoy te pido perdón porque debo aprender a no dar tantos rodeos, pero, aquellas veces en que te pedía que vieras la luna era porque sin importar la distancia quería tener algo que me uniera y saber que era como un reflejo de ti en ella, Querida amiga hoy tal vez te halles confusa y lo lamento, pero quiero que sepas cuan difícil me es olvidarte, ya no quiero ser tu ausencia, ya no quiero ser silencio, para despedirme quisiera decirte cuanto quiero verte, y que el latir desesperado sigue vigente.
- Autor: Kristian Rueda ( Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2016 a las 14:34
- Categoría: Carta
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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