No puedo sostener,
esta vivencia,
crucial, desangelada,
de tu ausencia,
huérfano de toda fe,
sin confidencia,
enrebelada fatal,
vacía insuficiencia.
Qué‚ misteriosa,
Musa sorprendente,
veo en tu rostro azulino,
y confidente,
qué‚ beso celestial,
qué contundente,
comprobación,
sensitiva y eminente.
Acaso el giro universal,
omnipotente,
desorbitado de amor,
gris, inocente,
herido de amor total,
de mala muerte,
cubra esta desnudez vital,
y penitente.
Espero tu mano,
temprana e imprudente,
el magma de volcán,
la flama intensa,
la máxima expresión,
la llama inmensa,
la inefable palabra,
de amor la preminencia.
Te quiero duende,
que vela y me revela,
una necesidad, un deseo,
una utopía,
una convocatoria esencial...
una porfía,
la exacta combinación,
de ser y fantasía.
- Autor: 3nriqu3 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2016 a las 04:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Luz DeLuna, Estanislao Jano
Comentarios1
Hola Enrique. Creo que es la primera vez que te leo. La verdad es que me gustó mucho tu trabajo. Con el tiempo ore recorriendo tu antología..
Saludos
Muchas gracias por tu generosidad. Espero poder ir leyendo tu obra, sin mucha prisa pero con mucho entusiasmo, querido Hugo.
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