A pesar de tu timidez,
me dijiste ven,
quizá sabías
que me encontraba sola
y que era tímida también,
la verdad,
no lo sé...
Desde entonces
grandes amigas
nuestros destinos
decidieron hacer...
Como dos chiquillas,
sin máscaras,
sin artificios,
y sin roles efímeros,
tejimos una amistad sincera,
en la que no falta el cariño...
Agradecida
por haber jugado
en aquel parque
aquel día,
volvimos ser como niñas,
y fruto de la inocencia,
la vida nos regala
un amistad sincera
que cuidaré,
para que dure
toda la vida...
- Autor: Hija del mar ( Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2016 a las 20:24
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: angeldelanoche
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