Al otro día
nos levantamos
luego de abrazarnos silenciosamente
y el pájaro que cantaba
simplemente enmudeció
para llamar al nuevo beso
que nuestras bocas se dieron
en una hora que ya no recuerdo.
Las sábanas dormían aun bajo el tiempo
y tus pies fríos fueron sudor de mi tacto
con el sol disfrazado de testigo.
- Autor: Urquiza ( Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2016 a las 03:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
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