El alma ciega de aquellos cautivos
que el odio fija, con sutil anzuelo
de mil y un pesar, suelen ser motivos
y al mundo causan su mayor desvelo.
Llevando en sus picos ramas de olivos
blancas palomas vuelan por el cielo
viendo a los hombres dejar de estar vivos,
Ciegos sus niños, en eterno duelo
Por armas muere, su luz de esperanza
sabiendo ellas que el deseo no alcanza
de ver a la paz, madurar la tierra.
Aceptando por norte la avaricia
y un dios, que se tarda en hacer justicia
todo hoy se resuelve al grito de guerra.
- Autor: yito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de julio de 2016 a las 11:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Estanislao Jano, Lebusla
Comentarios2
Yito
Lindo soneto, desgraciadamente, cargado de verdad. Saludos
Gracias por su comentario, disculpe mi demora en responderle.
Un soneto con precisa métrica, un grito exclamación de justicia.
Saludos.
gracias, por estar nuevamente, viendo los poemas
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