Llegaste y sin más
destruiste
así sin cuestión,
decidiste entrar
sin permiso concedido,
comenzaste el actuar.
Ahora dentro...
rompe, desata
lo que no debió estar,
maltrata, así suavecito
las cadenas
que aún fuerte están.
Abre puertas,
cierra ventanas
aloja mi alma
la verdad,
que ya tu nombre anhelaba.
Así, sigue...
levantando el paso
barriendo escombros
que abrumaban el trazo.
Habita y remodela
construye y libera
así despacito,
sin que duela
así suavecito,
amando con cautela.
Abriendo veredas
que no veía descubiertas.
Así como acostumbras,
siembra energía
y abraza las sombras.
Ya con práctica,
desata palabras;
con destreza
forma veladas
y a caricias finas
tócame con esperanza.
No importa si tardas,
pues ya disfruto de lo oscuro
sabiendo que a tu paso,
la luz,
se vuelve fruto.
De veras, tarda
la tristeza no parece tanta
cuando la lealtad
nace tras tu llegada.
Y así..
habita y remodela
construye y libera
así despacito,
sin que duela
así suavecito,
amando con cautela.
- Autor: Fátima Virgen. ( Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2016 a las 00:46
- Categoría: Amor
- Lecturas: 90
- Usuarios favoritos de este poema: Brayan Castro Gabriel
Comentarios1
"Así, suavecito, muy suavecito llegan los grandes amores.
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