Contrastes

Hay un contraste evidente:
Hace 4 años y unos meses caminaba por Haedo..caminaba apurado, caminaba con la cabeza agacha, como si de mi cabeza colgara una cuerda con un ladrillo o dos en la punta..siempre casi tocando el suelo, siempre ladrillos huecos..siempre una cuerda sucia con la mezcla de cemento clásica "una de cal y dos de arena". A veces me cruzaba con alguna vidriera, algún producto brillante obsoleto e inútil atrapaba mi mirada secundaria (de reojo) me veía puteando, insultando, encorvado, enojado, triste y siempre hablando solo..pero de la manera que no hace bien, esa manera tan débil que los pensamientos que pesan mas que cualquier fuerza que pueda hacer uno para sostenerlos, esa manera que deja que los pensamientos se escapen y uno los hable, los grite furioso eternamente furioso [gollum! gollum!], casi siempre a punto de llorar.
Cuatro años y unos meses después..me encuentro sorprendido ante mi, mi yo, ante yo que soy mi, caminando en la ciudad de las verdulerías..siempre por el bello y asqueroso Once, empiezo a sonreír, solo, pateado a unas cuadras de la plaza, y entonces (pienso ahora) me sonrío a mi mismo..y no me importa, quiero decir: no me importa en la forma incorrecta que importan las cosas cuando las dejas de hacer por miedo, pudor, vergüenza o agarrándote fuerte a la comodidad de lo ya establecido..y después... después poco a poco me río con cierta constancia de entre cuadra y cuadra para que entre risa y risa surgan carcajadas insólitas que aun hoy esquivo el tratar de entenderlas por miedo de encontrarle algún sentido..esos sentidos que nos arrancan de la magia de los días, simplemente días..