Aquí estoy, en el silencio atroz,
en esta soledad inmensa,
dejando que la tarde deshilvane
recuerdos, sueños y temores.
Dejando que los nombres me retumben
en el eco lacrimal de las ausencias,
con el salado sabor de las distancias.
Dejando que los miedos, nuevamente,
ensayen su canto fantasmal,
aullando certezas memoriosas,
profetas insaciables de las sombras.
Dejando que me muerdan los recuerdos,
que en agitado tropel lo invaden todo,
acreditados en la vivencia intensa...
Dejando que los sueños su presencia
impongan en la tarde, finalmente.
Dejando que el soñar me robe el tiempo
porque nunca se sueña inútilmente.
Villa Futalaufquen, 6 de febrero de 2003
- Autor: Walter Kuhry ( Offline)
- Publicado: 15 de julio de 2016 a las 17:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 83
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, eibaoga, kavanarudén
Comentarios4
Bellisimo
Es bello tu poema "Ancla"...¿Compartirías algún otro poema?
Saludos...
Y con qué fuerza pueden morder los recuerdos...Lindos versos para hablar de la ingrata soledad. Saludos
Gracias Melba...claro que muerden los recuerdos...
Tu soledad poeta está plena de inspiración, de musa.
Tu dolor, tu sufrimiento en las letras encuentran su cause. Es sentimiento, es pasión, es dolor, es.....encuentro con ese tù profundo que llevas dentro.
Un placer leerte
Kavi
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.