Era un muchachito
recién destetado del frágil juguete,
inventándome el mito
y, ella, me sonreía desde su cachete.
Ponía en las miradas
un acento extraño que me estremecía,
con locuras diseñadas
y, yo, la miraba y me sonreía.
En un instante
no sujeto al detalle de la memoria
fue intensa su muda declaratoria
y me besó anhelante.
Fundimos las bocas
con la estrechez de simples adolescentes,
fantasías de tantos juegos presentes
en pinturas barrocas.
Acaricié sus pechos
rozando un deseo casi de estorbo,
escena prendida por ese morbo
de labios maltrechos.
Intento de novato,
domador inexperto de morados pezones,
que palpaba con la piel de las ambiciones
su sexo sin recato.
Nos sorprendió el amor
desflorando conceptos espirituales,
sorprendidos de vernos sin el temor
de los goces sexuales.
- Autor: Jesús Lantigua ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2016 a las 10:36
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 117
- Usuarios favoritos de este poema: Kalianali, LEONARDO HENRRICY, Luna y Poesía
Comentarios4
Un viaje que todos alguna vez iniciamos... que bello!
Muchas gracias por tu presencia en mis letras y comentario. Abrazos.
Un recuerdo de amor a la memoria que se pierde pero que insiste en estar. Bello poema.
Gracias amigo por tu amable visita. Abrazos.
Se besaron el alma para luego acariciar sus cuerpos.
Precioso poema , me encantó.
Un beso, amigo poeta querido
Gracias querida amiga. Un beso.
Una obra Que evoca esos amores juveniles...me hiciste evocar esos momentos que el alma no olvida...
Momentos que se van pero se quedan en nosotros como algo imborrable...
Feliz de leerte.
Besos
Gracias amiga. Besos,
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