Tu sabia lengua que inventa mi piel,
tu lengua de fuego que me incendia,
tu lengua que crea el instante de demencia,
el delirio del cuerpo enamorado
tu lengua, látigo sagrado, brasa dulce,
invocación de los incendios que me saca de mí,
que me transforma,
tu lengua de carne sin pudores,
tu lengua de entrega que me demanda todo,
tu muy mía lengua,
tu bella lengua que electriza mis labios, que vuelve
tuyo mi cuerpo por ti purificado,
tu lengua que me explora y me descubre,
tu hermosa lengua que también sabe decir
que me ama. (Dario Jaramillo)
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