Usted esposa mía
no hace mucho
me toleró, me deleitó
y me alcahueteó
en mis desvíos
recurrentes adosados
con el exótico placer
de bestia humana.
A usted, que tantas veces
ha vaciado la copita llena
de mi testicular necesidad
primaria,
¿ pretendo hoy
borrar de mis afectos
negando el historial inolvidable
de esos días
sólo porque no acude a mí
con un cariño,
una frase de amor,
una cálida mirada,
un gesto grato;
Sólo porque ha dejado
de aplancharme la camisa,
de lavar mi pantalón y mis pañuelos
o dejarme los sobrados
del almuerzo
en la hoya vieja;
sólo porque al salir
por la mañana
no hay ni un adiós de despedida;
Sólo porque ha puesto en cuarentena
el territorio de placer
que nos lleva a la gruta de la vida
y la evita al tacto
y aún a la mirada?
No. Sólo por eso no se acaban
ni se borran los momentos
que hemos vivido
con inmenso placer
y que han dejado de ganancia
maravillosa y colosal
nuestros dos hijos ¡
- Autor: Teodocio Potes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2010 a las 15:49
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 118
- Usuarios favoritos de este poema: ivan semilla
Comentarios4
La verdad... es que no se que decirte, me senti reflejada como mujer que amaba, como mujer cansada... y dejada... Lo que has escrito es magnifico, es simplemente un razonamiento frio y caliente... con un toque de melancolia, y perdon...
Mis felicitaciones.
muy buen poema buena sintesis
un gusto
si el amor existe. hay mucho aún por que luchar...
excelente
abrazos
taty
GENIAL!
ME IDENTIFICA
SE VE QUE ELLAS SON ASI EN TODAS PARTES DEL MUNDO
JA JA JA
TE FELICITO
ES DE FAVORITOS
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