Si las arenas del reloj
fuesen de distinto calibre
podría dar cobijo
-en mi tiempo -
a más besos de primavera.
Si el corazón que grabaste
fuese sobre fondo de roble
en lugar de espigado eucalipto
aún podríamos admirarlo.
Si la llave de mi carne
cayó en oscuro laberinto
¿a qué cerrajero de guardia
podremos pedir ayuda?.
He de taparme la boca.
No quiero seguir devorando
ansias de amar
sin sentido.
Aunque los labios no quemen.
Aunque los ojos no brillen,
Aunque la desnudez sea natural,
no puede ser espejismo. No cogí
las arenas del tórrido desierto
sino de una inmensa playa
-casi dormida-
que jugaba
con el dios Sol a construir
globos aerostáticos.
- Autor: J.R. Infante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de julio de 2016 a las 13:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
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