En la oscuridad me vuelvo atrevido, pues me encuentro en mis dominios.
En la oscuridad la visión pierde poder para otorgárselo al tacto, al olfato y el oído.
En la oscuridad se descubre quien es quien y quien pretende ser quien no es.
En la oscuridad el deseo dicta las reglas del juego y la fortuna pasa a un segundo plano.
Al volverme más atrevido mis manos se pierden en tu cuerpo, me dejo llevar por mis impulsos.
Al quedar ciegos mis ojos dejo que mis manos sean las que dicten el rumbo por tu cuerpo, por cada centímetro de ti.
El olfato se agudiza y destaca entre los olores tu dulce y tenue aroma, esa fragancia que pone los pelos de punta y aumenta el ritmo cardíaco.
¿Y que decir de los sonidos? los cuerpos en sintonía que crean sinfonías, tus cabellos que cuelgan dispersos chocan y suenan como campanas, tus manos al tocarme hacen eco por mi cuerpo, tus labios que se posan en los míos y crean una música que hacen danzar el olimpo.
Es así como tú y yo nos entregamos al deseo y nos olvidamos de la fortuna, ella solo podrá tener celos de lo que haremos juntos querida pupila.
- Autor: DOMINUSJYO ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2016 a las 08:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, sofia_zc
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.