Las Palabras aman.-

Nunca hablabas de amor con tus labios y tus ojos gritaban
Mi cuerpo escrutador se acercaba al sol para escucharte.
Nada decían tus taciturnos labios y en silencio me gritaban.
Intentaba ignorar tantas interrogantes y todo era en vano.
Mi corazón fatigado lucha por llamar al sosiego y no llega.

¡Nada puede calmar la algarabía de mi sangre a tu paso!

Tu cuerpo fiel testigo de lo no dicho, parecía ignorar todo.
Zozobras mustias, añejas profecías se apilaban en tus labios.
Recia lucha la de tus palabras y los mías por apagar los fuegos
Inutilidades son los intentos que falsean los sentires genuinos.
No son las palabras, no, también, son los fuegos encendidos.

¡La ansiedad lucha y se abre paso a la razón y esta no responde!

Las preguntas acuden en tropeles silentes velando el ruido.
Nadie ha despertado al paso de los ímpetus y nos vemos de lejos.
Así, mi alma roza la tuya y la tuya estruja la mía, por el apetito.
Mágico encanto es el deseo febril que mantiene la llama viva.
Castas son las sedosas caricias silentes, pero,así, ellas queman.

¡La noble intención de las miradas desnuda a las almas ocultas!

Rarezas del amor dicen los que son exhiben sus desnudos.
El misterio de la rudeza acude visible a dejar sus notas de amor
Nadie sabe nada, pero todos ven, quieren saber de qué se trata.
Certezas no existen y la verdad se cuela en la piel erizada.
Miradas ligeras que pasan las murallas del silencio escandalizan.

¡El te amo, se cuela entre las manos limpias que exudan pasión!

Al final, un todo ardoroso e irresistible avanza al encuentro y es sí.
La mudez se hace luz y los rojos fulgores del deseo se juntan.
No hay sigilo y las pupilas abrillantadas superan tal distancia.
Las miradas fugaces se solazan en las intimidades del sentir.
Armonías de sentir, de deseo y de mirar se ciñen en la distancia.

¡No hay palabras y en el abrazo, un libro de verbos se ha escrito.

Raiza N. Jiménez/ 30/07/2016