Perdóname si hoy soy incapaz de amarte, si nisiquiera tengo el valor de encender la luz del espacio vacío que has dejado al irte a trabajar. Pero hoy necesito un día para mi, para cuidarme. Nada más. Puede que vaya a la peluquería, siempre has deseado verme con el pelo corto, quizá me compre ese vestido para la cena que tenemos pendiente desde que todo esto empezó a torcerse. A la noche ya dormido a mi lado en la cama, me sentiré como ese pez que ante toda lógica nada a contracorriente. Y volveré a llorar y a secar mis lágrimas en la almohada de mi desolación. Y soñaré con una máquina del tiempo que me devuelva al día en que todo empezó y puede que reúna el valor para no comprar aquel vestido de boda. Es curioso como las flores se marchitan si notan tu tristeza. Vaya ya me ha dado otro de los ataques de melancolía. Pero no pasa nada, un poco de agua fría en la cara, agarro el peine y ya vuelvo a ser persona. Mañana cuando despiertes volveré a sonreírte y todo habrá parecido un mal sueño. Hoy mientras tanto, me quedo aquí con mi taza de café y mirando por la ventana mientras espero a que acabe de llover. ATTE:Ailen Ramirez
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Autor:
ALMA LUNA (Seudónimo) ( Offline)
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Publicado:
1 de agosto de 2016 a las 14:44
- Categoría: Reflexión
- Lecturas:
32
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, ROSICOLMENARES
Comentarios2
Tienes razón Ailem, la monotonía, no
debería llegar, quizás nos hemos dejado ir, pero siempre se puede rescatar algo de aquello
Mi abrazo, letras que seguro a tiempo, conducen a pensarlas
Abrazo
Nélida
te mando un fuerte abrazo querida Nélida mis cariños
Tristes palabras que nos hacen imaginar la escena y reflexionar sobre la monotonía: daga que se clava silenciosa en las relaciones y no las deja ser felices. Muy bueno! Un saludo afectuoso Alíen.
Muchas gracias por leer y comentar te mando un abrazo
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