Eres de esos hombres que tu madre
te advierte que conocerás;
Que has de encontrártelos por la vida,
pero te has preparado para enfrentarte a ellos.
Ya reconoces su técnica de cazador, buscando
siempre una presa fácil.
Con palabras dulces en los labios, anestesiando la razón
de todas las que confíen en ti.
Juegan contigo como si fueses una muñeca,
mientras están
pendientes a cuando salga una nueva edición.
Pero las mujeres
como yo no somos desechables;
Ellas reconocen la falsedad de tus pasos,
la malicia de tus intenciones. Sigilosamente te hacen
creer que las tienes comiendo de tu mano,
pero cuidado, que te puedes sorprender;
Porque ellas ya te han estudiado de pies a cabeza,
y conocen tu próximo paso, tu próxima línea
y hasta tu punto más débil.
Los hombres como tú no merecen
llamarse hombres;
Son como serpientes, que se arrastran y creen
poder meterse donde les plazca, silenciosas y astutas.
Ellas, sin embargo, poseen el antídoto para tu veneno,
de ese que alardeas tanto;
Pero te quedarás solo, porque no cambiarás y quizás
querrás hacerlo, pero ya será
demasiado tarde.
Buscarás en tu colección de corazones rotos y no
encontrarás ninguno que quiera
regresar a tus brazos;
Pobre de aquella sumisa inocente
que te dé una oportunidad,
ciega ante tu realidad.
Porque los hombres como tú
nunca cambian.
Y las mujeres como yo son mucho
para hombres como tú.
ATTE:AilenRamirez
Ver métrica de este poema
-
Autor:
ALMA LUNA (Seudónimo) ( Offline)
-
Publicado:
4 de agosto de 2016 a las 10:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas:
33
- Usuarios favoritos de este poema: Norberto p.p.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.