Empujando mi destino
Hasta la cantina del desprecio
Con pasos cansinos llegué
Buscando el paraíso del olvido
Un grupo de despechados
Se apretujaban
Unidos por el dolor de la traición
Ligados a sus recuerdos
Envueltos en su amargura
Quizás ellos también amaron
Con ternura infinita
Quizás como yo
Jugaron con sus vidas al amar
Y perdieron
A ellos me uní
para embriagarme de ilusiones
De pasiones muertas
De esperanzas yertas
Entre las brumas del desdén
Entre el vaho de mi alma Enamorada
Estabas tu
Bella, radiante, divina
Al ver tu imagen de ensueño
Quise arrojarme a tus brazos
Con mis huesos y mi orgullo
Al suelo fui a dar
Confundido entre las tinieblas
De tu recuerdo
Entre las brumas de mi mente olvidada
Obnubilado por tu imagen divina
Te busqué desesperadamente
En mi mente, en mi alma
Y no te encontré.
- Autor: JAVIER SOLIS ( Offline)
- Publicado: 6 de agosto de 2016 a las 14:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 134
- Usuarios favoritos de este poema: Lita_81, Gisela Guillén, anbel, Poemas de Pepita Fernández
Comentarios3
Un buen trago y una cueca brava, el mejor remedio a la desesperanza...
A veces el dolor es tan grande que buscamos el olvido como único remedio pero cuanto más borracho estoy más y más la recuerdo. Gracias mi noble amiga te extiendo mi mano amiga pero sobria. Con cariño JAVIER SOLÍS
Escelente remembranza, mas que olvidos; estos propósitos quedaron exhumados.
Saludos
Cuando se ama de verdad se entrega hasta el alma y cuando se es traicionado se pierde todo y envuleto en la soledad a veces se busca el olvido bajo el influjo del alcohol pero cuanto más embriagado estás, el recuerdo brilla con mayor intensidad. En fin son cosas de la vida. Gracias mi bella amiga un abrazo con mucho cariño JAVIER SOLÍS
A veces se intentan buscar soluciones que no son tales....
Triste , pero precioso....
Cuando se es traicionado y se ama profundamente a veces se busca el consuelo en el lugar equivocado. Pero un alma atormentada busca el olvido que a veces es imposible de encontrar. Gracias por tu comentario mi tierna amiga, gracias por leer las pequeñas cosas que arrebatan mi corazón.
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