Un rayo níveo iluminó la noche sin estrellas. Y trajo la calma, y el recuerdo. El agradecimiento a la naturaleza afable,al cuidado. La crianza de una paloma o un cuervo, que convirtió al ave en sonidos de pensamientos apátridas. Arrullos en el piso sexto, y la interrupción a caer de bruces en el agujero negro. Lo meritorio a los seres que concedieron la fortuna, que traen consigo emociones que, no escogemos, aquellos que aún creen en el espacio, el cuerpo, los olores, las reminiscencias. Aquellos seres alados que nunca olvidaremos.
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Rosario Vercelli Scharff
- Autor: Rosario (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2016 a las 01:09
- Categoría: Familia
- Lecturas: 21
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