Morir sin haber bebido ni vivido,
es como pasear por un jardín sin flores,
o como estar enamorado sin conocer amores,
o ir a un duelo o a una fiesta, sin haber llorado ni reído.
No quiero sabe si tendré una lápida,
ni tampoco si estaré en un campo o en un cementerio,
ni me burlo ni condeno, el condenado adulterio,
si me he de morir quiero una muerte rápida.
Por la muerte no se brinda,
se llora por la juventud ida,
y se sueña por el futuro.
No sé si está loco el suicida,
cuando la vida ya no es linda,
para él, vivir es muy duro.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2016 a las 15:14
- Comentario del autor sobre el poema: Todo lo que se nos prohíbe alimenta las ganas de vivir, aunque a lo largo de la historia se condenaba el vino, aquellos que lo prohibían en secreto lo bebían, en cuanto al amor, el sexo o la pasión en oscuras alcobas, muy íntimas y secretas lo vivían.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Kalianali, Mauro Enrique Lopez Z.
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