El vuelo impertérrito
de un cuervo me zarandea,
como un reloj sin tiempo,
buscando siempre el rumbo
de mi corazón.
El humor turbio
del cielo lo acompaña.
Pienso en una conspiración
de las cosas para postrar
mi alma en la confusión.
Ya me llega el vaho a pueblos
sin pan desde tortuosas fronteras.
Con atuendos negros
y el valor en el aire,
lloran las madres por los
linderos de la plaza.
El grito es siniestro y
llega hasta el corazón
de los cementerios mugrientos,
con el mismo ardor de
la tierra sin agua,
derrumbando los cimientos
de las palomas y de las
estatuas sin manos.
Los oídos de quienes
deben oír,
desgraciadamente están
empapados de alcohol
y de alcoba indiscreta.
- Autor: Samuel Santana ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2016 a las 07:59
- Comentario del autor sobre el poema: Està inspirado en todas esas madres que sufren sin pan para sus familias y que han perdido hijos en las guerras, por la violencia, tiranías y la maldad.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Beatriz Blanca, Rosalways, Mauro Enrique Lopez Z., Hugo Emilio Ocanto
Comentarios2
Es cierto; los que deben oír, siempre miran para otro lado. Es muy doloroso comprobar que los mismos pares encuentran eternas justificaciones para los latrocinios que se cometen. He escuchado tantas veces, que ya lastima; "algo habrán hecho para que les suceda." ¿Puede justificarse el asesinato? ¿La desaparición? ¿La tortura?
De mañana me he encontrado con una verdad que siempre, en mi larga vida me ha golpeado.
Tu poema es abrazador por lo real y bien realizado.
Mis cálidos saludos
Una realidad.
Cruel y despiadada. Letras sentidas y maravillosas.
Mi saludo, mi amistad.
Hugo Emilio.
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