Os saludo amigos.
Intentaré entrar más a menudo aunque no sea tanto como deseo.
Por razones de problemas visuales no puedo estar en el ordenador, por esa razón no podré hacer muchos comentarios, pero abrí para intentar comunicarme poco a poco con todos ustedes porque os hecho mucho de menos.
Un abrazo.
(No hay lugar impropio para que un bebé si tiene hambre pueda comer)
Había quedado atrás aquello tiempos en que las miradas les perseguían, aquellas obscenidades que se veían obligadas a escuchar. Ya nadie reparaba en sus pechos ni sus exiguos tangas, todo se había normalizado, ya nadie gracias al cielo se escandalizaba por ver cuerpos desnudos o semidesnudos.
Nadie observaba si daban vueltas hacia arriba, o vueltas hacia abajo, si se ponían de un costado u otro. Nadie ya se preocupaba de si daban paseítos luciendo sus torsos dorados; dorados por el sol que acaricia sus pieles.
Desde hace tiempo nadie reparaba en sus tersas o flácidas tetas, y eso les hacía sentirse cómodas, tranquilas, sin temor a ser ofendidas.
Con sus desafíos, sus luchas habían logrado hacer normal lo que hasta no había mucho era un desacato, una perversidad. Estaban convencidas de que ya no habría retorno. Tan solo querían sentirse libres, tan libres como los hombres que lucen su torso y marcan “paquete” sin ser censurados.
Creían que habían logrado alcanzar la meta, que nada ni nadie les turbaría de nuevo por dejar ver sus pechos, pero tan sólo tuvieron que ser madres para descubrir que tenían otra nueva cruzada que vencer, pues por lo que estaban observando no habían ganado ninguna contienda, sólo una pequeña batalla.
Era increíble, unos metros más allá de donde algunas madres trataban de amamantar a sus bebes había muchachas en topless y diminutos tangas y ya nadie se escandalizaba, por contrarios sobre ellas que sólo estaban ejerciendo de madres se les echaban encima como verdaderas energúmenas y energúmenos por sacar sus pecho para algo tan natural como amamantar a sus criaturas.
La hipocresía estaba instalada en la sociedad, como siempre, nada había cambiado.
Algunas de esas personas que les insultaban lo hacinen con una revista en la mano, y no una revista cualquiera, sino de esas donde la desnudez es la primordial razón de ventas. Más de alguna de esas personas eran consumidores de películas de alto grado calórico… y cuando estaban lejos, en lugares que creían que no serían reconocidos frecuentaban lugares no muy recomendables. Pero claro, cuando veían una madre amamantar no percibían un pecho, sino que una provocativa teta, más provocativa que las de las muchachas que lucen topless o las de las revistas porno.
¿Sería por esa razón que no miraban con limpieza, con normalidad lo que es natural? ¿Sería porque sus mentes están sucias?
¿Y ellas, esas mujeres que se ruborizan ante una madre que alimenta a su bebé que les ocurre’ ¿qué esconden?...
Si ellas se sienten sucias no podrán ver ni vivir con digna libertad sus vidas, tampoco permitirán que lo hagan quienes no comparten sus perjuicios.
¿Qué ocurriría si alguna de esas mujeres que lucen topless se pusiese a amamantar a su hijo en plena piscina o playa? ¿Les mandarían cubrirse?
Si es así que alguien diga dónde está el mal, en la teta o en la boquita del bebé absorbiendo el delicioso néctar que le ofrece su madre.
¡Oh señor, que imaginación han de tener algunas de esas personas que ponen el grito en el cielo!
Supongo que esta pobre gente no saldrá del confesonario, pensaba mientras observaba la actitud tan hipócrita de aquellas personas, pues creía recordar que el noveno mandamiento de la ley de Dios dice: No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
Lo triste es el daño que van haciendo con su falsa conducta; pero he de decir que tiene la batalla perdida)
Luisa Lestón Celorio
Asturias- España
- Autor: ESCAPITINA -Luisa Lestón Celorio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2016 a las 19:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: cardenal, soki, un poeta lirico, Viento de amor, Dulce
Comentarios5
Creo que pocas imágenes en el mundo, son más tiernas que una madre amamantando a su hijo y sí, la hipocresía sigue viva en nuestra sociedad. Un abrazo.
Si me permites historia, cuando pequeño se decía "Cúbrete tus vergüenzas mujer", no creo que el cuerpo sea vergonzoso, sino esta el morbo aleve disfrazando los cuerpos bajo la idea de lo sexual.
¿O pensaran ponerles bragas a las vacas para lecharlas?
Un abrazo por la denuncia .
Es la hipocrecía de la sociedad, que solo le ven el lado malo a lo que quieren señalar y ese morbo que hay en la mente humana que todo lo relacionan con el sexo. Es increible que hasta hay mujeres que tienen el descaro de enojarse por algo tan normal como es amamantar a una criatura, que siempre ha sido algo que ha existido.
¡Hola poetisa!!!...,
sinceramente aún en esta época de la cibernética sigue existiendo con fuerza la hipocrecía en ambos sexos, como si nunca hubieran sido amamantados. Excelentes letras, para que la gente pueda reflexionar. Saludos cordiales, amiga mía.
Mallito
Llegué aquí buscando una huella donde escribirte por lo que leí arriba en rojo...sea lo que sea que este pasando en tu vida PASARÁ, como todo Luisa, fuerza y bendiciones. Con respecto a este escrito, pasa en todos los paises porque no hay repuestos de cerebro para algunos, saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.