Quizá un abrazo
sea lo único que me salve,
ni siquiera la brisa
da respiro a este pecho
que se afana en jugar con el olvido.
Niñez;
la magia de su sonrisa
y una estera azul
que nos cobijaba de frío suelo.
Y la vida,
que pasa... y regresa
para ser injusta.
Quizá un abrazo
me mantuvo con vida,
una vida.
Hoy, la sonrisa
se hace miedo en su mirada,
y yo lo sé.
Lo sé
porque es la mía,
que se quiebra por momentos
y regresa cargada de dudas.
Quizá un abrazo
nos salve la vida y la sonrisa,
aunque haya mariposas
que no quieran vivir en nuestro cuerpo
tatuadas...
Comentarios2
Bellos versos Cirratus,
En esos quizás!
Saludos
muy sentido.. me encanta.
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