En mi reflejo te veo a ti, y quizás tu también me veas en el tuyo,
puedo decir con orgullo que me parezco a ti
No necesité de una mansión para vivir, ni que tuvieras un carro de lujo, bueno, ni carro, aunque por la carencia fui víctimas de empujos.
Sabes, aveces los niños en la escuela suelen ser crueles cuando eres pobre, cuando llegas a clases y tus zapatos son los más baratos del mercado. Las niñas por otro lado murmuraban a mis espaldas, quizás se burlaban o tal vez les gustaba !Qué se yo! Eso ya no importa
Hay aromas, y sabores efímeros que me transportan al pasado, son como maquinas del tiempo y al recordar esos momentos vuelven a nacer.
Recuerdo esos abrazos, recuerdo tus manos fuertes cuando me alzaban al cielo
También recuerdo amenazas con correa de cuero, y por ese cuero soy ya un hombre valiente y decidido.
Recuerdo que una mañana escuche una canción en el entorno, y salí en tu búsqueda, pensé que eras tú. Tu voz prodigiosa era la mejor del mundo en ese entonces.
Tus consejos no han sido en vano, gracias a ello, estoy ya formado.
Se que no me diste los mejores lujos, pero tenerte a mi lado ha sido mi mayor riqueza, y hoy tengo por herencia los dones que Dios te puso.
Recuerdo cuando de la mano me llevabas, recuerdo tu vigorosidad, y aun está en mi corazón ese rancho que nos construiste a mi y a mis hermanos.
Hoy noto que ya no eres el mismo, que tus pasos no son tan firmes como antes, hoy me toca cuidarte
Perdona si te he fallado a montones, los jóvenes no nos cansamos de cometer errores
En mi reflejo te veo a ti, y quizás tu me veas en el tuyo,
Pero puedo decir con orgullo
yo me parezco a ti !Papá!
P.P
- Autor: Pastor Perozo ( Offline)
- Publicado: 10 de agosto de 2016 a las 13:33
- Categoría: Familia
- Lecturas: 70
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