Qué difícil
se me hace caminar.
Que pesado
llevando tanta carga.
Me arrastro a traves del día
y mi alma apenas
va dejando huella
en el tiempo que me acoge mientras divago
en el laberinto de mis pensamientos recurrentes
que parecen no tener fin,
buscando respuestas
al vacío que me invade.
Qué difícil
reconciliarme con la noche.
Que larga es
sin sueños por los que vivir.
Solitaria y eterna me acompaña
disipando mis deseos de huir.
Y no encuentro el silencio,
imposible con el alboroto
de mis pensamientos
que se niegan a olvidarte y persisten en recordarme
el dolor por tu ausencia.
Comentarios1
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