Con un casi inaudible “ Eres mas que perfecta”,
y con pasos lentos y decididos,
sus manos toman y acunan su rostro para besarla suavemente,
y de un segundo a otro devorarla por completo.
En seguida el ambiente se torna caliente
entre sus cuerpos desnudos que se prenden fuego y arden,
y sólo se escuchan en el vacío los quejidos de placer.
Sus manos recorren cada rincón de su cuerpo,
espacios que encajan perfectamente en las caricias de él.
Suma sus labios se alejan de su boca,
para regalar un viaje húmedo a cada rincón de su cuerpo.
Las manos de ella sujetan con fuerza el cabello de él
intentando pegarlo más a su cuerpo y
guiándolo mas hacia su deseo.
Humedece sus labios para seguir
lamiendo y mordiendo cada milímetro de su ser,
en la medida que sus manos aprietan su carne
cada vez que ella araña y marca su espalda.
Vuelve a su boca y la besa con desesperación y mucha prisa
como si ella fuera ese oxigeno que necesita para respirar,
Vuelve a dejar su boca para bajar
mientras lame y muerde su cuello,
Muerde el lóbulo de su oreja y
todo el cuerpo de ella se contrae ante lo que él hacen con ella.
Sus manos se deslizan por su vientre mientras,
su boca encierra uno de sus pechos,
haciendo contacto su lengua con su pezón erecto y caliente.
Una de sus manos sigue en viaje hasta llegar a su bajo vientre
mientras que la otra masajea y estruja el otro pecho.
Sus gemidos de deseo van en aumento
y todo su cuerpo se encorva al sentir como sus fríos dedos
se deslizas arriba y abajo en su hendidura mojada de la excitación.
Ella separa las piernas un poco
dándole lugar a que sus dedos se adentren en ella
de una manera lenta y tortuosa, asiendo que ese punto
donde se concentra y explota el deseo se hinche,
se caliente y él lo sienta latente en su lengua.
Sus dedos entran y salen de ella en la medida en que todo su cuerpo
se entrega al placer, a los deseos de ese hombre
que toma y sacia su hambre comiendo del cuerpo de ella.
Retira sus dedos y su boca de su centro,
se aleja un poco de ella para admirarla allí tendida en la cama,
con sus respiración agitada, sus ojos cerrados,
todo su cuerpo mojado por sus labios y el sudor de sus cuerpo mezclados.
Toma de la mesa de luz un condón y se lo coloca,
mientras la mira con deseo y muchas ganas.
Abre sus piernas ante él,
dándose lugar para acomodarse encima y en medio de ella.
Coloca su sexo en su entrada y toma aire
para adentrarse de forma lenta y tortuosa en ella
para llegar a tope de un fuerte envión,
el cual ella recibe con un grito y encerrándolo con sus piernas
entrecruzadas en la parte baja de su espalda.
Los movimientos van en aumento
mientras sus bocas se devoran y regalan los gemidos del otro.
La habitación se envuelve en gritos de placer,
dos cuerpos chocándose, restregándose, llenándose por completo.
El sudor de sus cuerpos cómo sus fluidos se mezclan
hasta que al mismo tiempo, en un casi aullido desgarrador, llegan al éxtasis
cayendo casi desmayado enésima del cuerpo cansado y sudado de ella.
- Autor: Giselle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2016 a las 20:00
- Comentario del autor sobre el poema: Un fragmento de mi novela *SIn Piedad* reescrita en poesía...
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 514
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor
Comentarios2
Ufff ...muy inspiradora y
apasionada bella armoniosa percepción de la pasión 🙂
Muchas gracias!!!
Un mar de letras y deseos de amor, y pasión. Disfruté de su bella inspiración, Poetisa. Saludos cordiales.
Mallito
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