Tan absurdo como un condenado a muerte
con un reloj de pulsera.
Tan icongruénte como un valiente cazador
con una exacta lupa.
Tan alocado como atravesar el estrecho de
Magallanes en chalupa.
Tan despistado que quería ver la Bella Durmiente
en la Cueva de la Canastera.
Tenía un reloj para nada en aquel país
nadie tenía prisa.
Tenía un gusto raro pues se divertía en
los velorios.
Como era una marquesa en ruinas se vestía
con abalorios.
Aquella mujer era tan amable que ni muerta
perdió la sonrisa.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2016 a las 15:25
- Comentario del autor sobre el poema: Ir a cazar mariposa con escopeta, torear a un toro bravo con una servilleta, ir a la guerra con un libro de poesía, ir a pescar para soltar al pez para que vuelva a ser libre, y meterse en una cueva para contemplar al mundo con mayor claridad, contemplar al río Amazonas en su nacimiento para ver que todos los ríos nacen igual de pequeños.
- Categoría: Humor
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Lita_81
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.