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Estoy cierto que el destello de tu sonrisa
y tu mirada fulgurante,
fueron el gancho, el puente, la trampa perfecta,
para que yo enraizara mis sentimientos en tu tierra,
luego llegaron volando tus manos como alas abiertas,
a reforzar mi teoría, de quererte sentir dentro de mi vida,
vinieron después tus besos de colibrí y las caricias de seda,
por fin te sentí mía,
fui de apoco descubriendo con el tacto de un ciego
asombrado las formas de tu materia,
te veo a ti y veo el cielo,
me aventuro temerariamente a escudriñar
cada rasgo de tu belleza,
como si fueras un mural de Rivera
te pongo los ojos desde la uña del dedo meñique del pie
hasta llegar al arco simétrico de tus cejas.
Pero también eh aprendido amar de ti lo que no se ve
y lo que no se toca,
amo el hueco que me dejan en el pecho tus ausencias,
la estela de silencio que se queda tras de tus palabras,
y tu espíritu indomable y tu luz de estrella y tu alma de guerrera
- Autor: RODRIGUEZ NUEZ ( Offline)
- Publicado: 18 de agosto de 2016 a las 17:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: anbel
Comentarios4
Un cordial saludo amigo.
Estoy pasando por tus letras que da gusto leer porque se siente esa poesia que emana libremente, el poema a tu madre es un grande homenaje a ese ser que es todo en la vida
Saludos amigables
no pues muy agradecido por su visita a mi portal,
sera bienvenido siempre, es un gusto para mi poder
compartir mis humildes letras con usted
un abrazo
Milton
Saludos estimado Rodriguez nuez. Como dice el refrán: El amor entra por los ojos. Realmente nos desarman las mujeres bellas. Un banquete me he dado al leer tu bello poema. (mariocaba)
Me ha encantado. Un abrazo.
Muy bello
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