Cantina

Gonzalo Ramos Aranda

“Nunca bajen la cortina de mi querida cantina . . .”  

Local que expende los vinos,
múltiples “brebajes” finos,
recinto en el que Dionisio
se extasió hasta que quiso.

Sitio fiel paradisíaco
fortaleza del Dios Baco,
santuario, altar de lo culto
al que, hoy, le rindo culto.

Un rincón cerca del cielo
que nos colma todo anhelo,
capilla de caminantes
remanso, paz de viandantes.

Seguiré tu eterna ruta
taberna que se disfruta,
tasca de sabia conseja,
cantina de historia añeja.

La decoración que impera
vieja caoba, . . . madera
el preludio de una barra
las uvas, hojas de parra.

Bar vitrina, espejo vidrio,
botellas hasta el delirio
cristal, jarra, vino tinto
sacro, blanco, es indistinto.

Cantinero diestro mago
su pócima es empalago,
cáliz, copa que se agota
ingerir la última gota.

Los Meseros, Capitanes, 
diligentes muy galanes
brindan trato de tersura
a clientes, digna mesura.

Privilegian el servicio
sirven con arte y oficio
entre las mesas manteles
licores, viandas, son mieles.

El paladar deleitar
entre música gozar
dulce etílico letargo
que provoca el sorbo largo.

Nuestro pensamiento se abra,
empapemos la palabra
porque Jesús, en su templo,
para darnos el ejemplo.

Se alzó una copa de vino
trazándonos el camino,
hay que bendecir los tragos
moderemos sus estragos.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 08 de noviembre del 2014
Dedicado al Señor Manuel Rosendo Mirón
Reg. SEP Indautor No. 03-2016-070109301200-14

  • Autor: Gonzalo Ramos Aranda (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de agosto de 2016 a las 22:47
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 23
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.