Como un verde boscoso
extendiéndose hacia el horizonte,
a donde miro
se aprecian bailando con el viento
que sopla en las cumbres de la montaña,
dulce armonía distante,
que a todo soñador dejaría sin aliento.
Como el negro de tus pupilas
cae la noche sobre nosotros,
divina soledad natural,
revela sus secretos en su profunda oscuridad,
astros por doquier,
destellos de fantasmas celestiales,
huellas de vida,
partículas universales,
lo mejor de la vida por ver.
Al amanecer, se aprecia el resplandor de su brillo,
como un dorado metálico más antiguo que el oro,
revelándote que en la vida, tu deber es sencillo,
que para ser feliz no lo necesitas todo,
que tu eres lo más importante que tienes,
que este tiempo es para aprender y descubrir,
que se puede buscar un equilibrio entre lo bueno y lo malo,
que estás aquí para vivir.
- Autor: Gustavo Espinoza ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2016 a las 13:57
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: Lebusla, Kalianali
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