Piedra prismática por debajo,
cobertura de lijas por encima,
escoliosis de cabecera;
párpados cerrados, ojos abiertos.
Piernas emancipadas
dejan su lugar.
Maremoto de sangre,
frío que se enfría sobre la piel.
Otra visita inconsciente
al vidrio transparente:
paisaje omnipresente,
retrato del demente.
Y así pasa el destiempo.
No importa, me digo:
es tan tarde que es temprano;
la cama olvidará su absurdo
y las infinitas ovejas dormirán.
- Autor: Felipe Araya ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2016 a las 00:38
- Categoría: Triste
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Sirio
Comentarios1
Muy linda tu poesía, madura y bien llevada, buena madera de poeta, un abrazo, Pilar.
Muchas gracias, Pilar. Creo lo mismo de tu poema, que con pocos versos hace pensar.
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