Maldito reloj viejo y su estúpido segundero, su ruido escucho en mis noches de desvelo,
su sonido es el tiempo que se pierde en su recuerdo
juradme corazón que no te enamoraras de nuevo, pues a ti te culpo por esta noche de desvelo,
o mejor detente de una ves, a ver si por fin me muero,
no quiero vivir, no quiero un día nuevo,
sin ella la muerte es lo único que espero.
¡Ojalá corazón! Y no haya vida después de la muerte, porque me condenarías a sufrir por siempre,
ya que lo que quiero es sacarla de mi mente, pero solo es posible si existe la muerte.
Comentarios1
Bellos versos perpetuos. Me ha gustado leerle.
Saludos estimado Yeiron
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