Ciudad

Santiago Miranda

 

¿dondé está el hombre tras las luces?
el paraje
              solo existe en su estruendo
fragor de un organismo evolucionado
más allá del pensamiento
humano, tu reinado
es pisado y
lo pasado
               (olvido)

 

I


paso a paso
vamos siguiendo el curso
bajando a los dientes
de la salvaje rueda
hambrienta
paso a paso entrando
al mecanismo
más allá al puente del punto
omega, -no volverás
del polvo de las rocas
-no volverás del silencio imaginario
en los versos subterráneos
remerorando
una ruta discontinua
un descuido aletargado
un olvido perpetuado
a la distancia de lo inconcebible
hermano, mirador del suelo gris
prisionero acenizado
o ave tamizada por el tiempo
que quitó tus alas de madera
y te entregó la miseria
de nuestro tiempo
aquí no hay
                nada 
                          más
bastan por sí mismos
los sistemas erigidos con hierro
y bastos, el juego permanece endeble
y sus reglas ¿cuál clase de Dios bendice
su propio suicidio?
convulsionan los entes
titilan de nada
oscuros vientres
de absoluto; una categoría 
suspicazmente conservada
donde nada entra
              donde sale nada

 

II


las palabras nos encierran;
desármalas, como a ella
tu amada, olvidada
hiere, su costado
como la luna, a la noche
corta, el hilo
de la comunicación
baila, ríe, canta

destempla el soporte apegado
a las murallas, escribe
con sangre nueva, tu tez alba
la mañana, tomará por sorpresa
a los miedos, nocturnos que apresan
baila, ríe, canta

tu relato permanece virgen
borrón y cuenta nueva; a las armas
baila, ríe, canta. con todos
los autores y fantasmas aguardan
ser, nombrados por tu palabra, entrega
a los rebeldes sitiados, de la ciudad
o mejor dicho:

 


III

 

suicidado por la sociedad
¿tu silencio quién lo canta?
¿tu nombre
quién lo grita antes de ser
           ejecutado o ajusticiado
                     por la injusticia?
no seré yo
quién callé
ahora
no? olvidé el himno comunitario
haz memoria. lo recuerdas?
pero
¿por que causa morirémos ahora?
desheredados de la historia
fuimos barridos por las maquinarias
dice la tierra -las ideas nunca mueren
desempolva
en tu memoria los huesos idos
sellados nichos

 

IV

un día de aquellos
un día rodeado de nada
como niebla nublada
un día despertarás del ensueño
la angustia
             devorándote la punta de los dedos
en alguna esquina ajetreada
en alguna masa encerrada
en algún transporte maligno
los muertos golpearan los portales
del habla; malestar-molestia-incesante
algo ocurre
        algo fuera de la palabra
un día de aquellos la ciudad se mira
por su ojos, toma los cuerpos
desprevenidos

 

V

 

el método
     el uso
          la técnica
               el procedimiento
          la costumbre
     el gobierno
el régimen

 

sinónimos de sistema, todos
todos, sinónimo de sistema

 

               la norma
         el plan
    la regla
doctrina
    la estructura
        la red
               el rumbo

 

sistemas todos del sistema

 

VI


Una forma
un orden:
              naturaleza
has perdido, en la maraña
tus vestidos, en la tela
de la negra araña, en la pica
la batalla, en las calles lucharemos contra
los siglos de luz perduran, en la horca
en la quilla, en el estribo
ya no aguanto más

el replicar de los dispositivos
no estás sólo jamás
                          contigo mismo
o caer en picada de los cerros de la cordura
o habitar, los bosques de la resistencia
sólo un búho observa el devenir del curso
      - no he de participar los siglos
   no he de fundamentar discursos
muertos, desde la copa luz asimilo
                                           por la boca

 

VII

 

de la oscuridad hacia la luz
completando espacios vacíos
inundando el llano del pensamiento
uniendo lo separado, perdiendo
en tus calles mi nombre, vuelvo
solo se que vuelvo
una y otra vez a las mismas
esquinas
al principio o centro
aquí no hay referencia
toda dirección es una engaño
solo se que voy y vuelvo
todo mobiliario está sujeto a cambio
y la modernidad es su propia
transición permanente
no reconociendo tiempos
solo se que voy y vuelvo
siendo tus ojos, divíno o maligno orden
mirando a través de los míos
siente los músculos tensados
pero no te lleves el recuerdo
de los altos obeliscos babelinos
los soles de neón encandilados
leviatanes en las aceras rugiendo
tus ojos gran hermano pululando
mi canto
           vendrá
                        de tí
                               engendrado
(abre tu boca, enseñame la lengua
de fuego bautizado)

 

VIII

 

¿Dondé está el hombre ahora tras las piedras
la estela, el túmulo sobre las manos?
ciudad me has utilizado
con tu fin incomprensible
bajo esta losa las raíces
has fundado tus cimientos
y los muertos, no callan
manifiéstense en los sueños
y la noche salvaje convoca
un embriague constante
pero tus murallas herméticas
resguardan un estado de terrores armados
podrás tenernos en tus invisibles manos
nuestra disciplina es tu ardiente carga
pero la última palabra
jámas será domada

 

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  • Autor: Santiago Miranda (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de agosto de 2016 a las 23:58
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 29
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