No te quedes como la solitaria luna que se mira así misma en el reflejo del mar.
Sé que el orgullo es una daga que apuñala nuestro amor,
así como la noche al día cuando agonizando deja al sol desangrarse, en una tarde que se pinta rojiza.
Sé que aún me amas y por siempre nos vamos a extrañar,
no te quedes como la solitaria luna que se mira así misma en el reflejo del mar.
Si tú no vienes y yo tampoco te iré a buscar,
acordemos un sitio donde nos podamos encontrar.
No te quedes como la solitaria luna y dime hasta donde por mí es que puedes llegar,
que por lejos que esté ese lugar, si llego primero ahí te voy a esperar.
Recuerda que el sol no muere fácil ni todas las noches sale la luna,
a veces ella se ausenta buscando esa estrella que solo en el día alumbra.
Vete por la noche que yo iré de día, camina tú con la luna que el sol será mi compañía,
caminemos hasta que nuestras sombras se vuelvan solo una.
Hagamos de nuestro encuentro, un eclipse de sol y luna.
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Autor:
Sirio (Seudónimo) ( Offline)
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Publicado:
27 de agosto de 2016 a las 20:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas:
39
- Usuarios favoritos de este poema: Lita_81, JoseAn100
Comentarios1
Precioso Yeirón. Hay que fijarle una costa al amor. Y cuando exista entre ambos mejos saludos fraternos
gracias lita_81 por leer y comentar
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