Una sopa caliente
Sobre la mesa de verde color
La gris tarde ausente
Y el vaporoso sabor.
Entre blanco y negro
La música del piano yace
Del silencio en el cuarto
Lo inesperado nace
La ventana blanca
El viento fuerte resiste
Veo el verde y sobre el
Veo mi reflejo triste
Pruebo la sopa
De verduras y letras perdidas
Sopa para calentar los huesos
Para reponer almas heridas
Está esperando
Para nutrir ojos taciturnos
Y abrazar las líneas
De unos versos nocturnos
Solo sentado
Antes que la sopa se enfríe
No estaré acompañado
Su mirada no sonríe
Pienso en ti
El vino duerme en la copa
Cristal de minutos donde vivo
solo yo y la sopa.
Leandro
Derechos Reservados
2016
Comentarios2
Buena inspiración que surge frente a un tazón de sopa. Es justo en horas donde la esencia del sentir nos lleva a la realidad de una soledad buscada o fortuita, pero que siempre calan en el alma.
Saludos
Gracias, hasta lo mas simple puede ser una gran compañia.
abrazos
Entre las lineas del verso, la sopa y el vino, tengo que decir que el poema le quedo divino..... saludos amigo.
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