Agarrados de la mano
Al salir juntos del colegio
Mientras tanto bajo el brazo
Yo celaba tus cuadernos
Y extasiado yo miraba tus cabellos
Esperando en el camino
Tener la suerte de algún beso
Y así pasaba entre risas y embelesos
Mientras tanto en mis adentros
Me llenaba de ilusiones y proyectos
Soñando con el amor ingenuo y tierno
Que llenaba de alegrías las calles del pueblo
Mientras la tenue brisa movía tus cabellos
Haciéndome sentir un mórbido celo
Porque con el aire se esfumaban mis sueños
Y se llevaba consigo mis queridos anhelos
Sin embargo, hoy son los gratos recuerdos
Que se pierden en las crines del tiempo
Cabalgando en el alma de un bardo viejo
Que no tuvo ni entereza ni el empeño
Porque se escudó en el escolar complejo
De no revelar sus verdaderos sentimientos
Y hoy se conforma, con revelar aquellos
Ratos que hoy son frustración de Momentos
Perdidos en la inmensidad del tiempo
Que nunca se olvidaron, están en mis sentimientos
Dando la oportunidad que surjan estos versos
Que iluminan con resplandor la realidad de mi cielo
Aunque otras estrellas brillen en tu firmamento.
- Autor: Manolo TUA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de agosto de 2016 a las 20:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: angeldelanoche, LPawx
Comentarios2
Me gusto leerte ..transporta y hace sonreír ..un abrazo
Gracias por tus gentiles comentarios, me encanta que le guste angeldelanoche, el transportarse a momentos vividos es objetivo de la poesía y el revivir es no estar ausente de gratos o sutiles momentos, que marcan con tinta indeleble el corazon de un alma enamorada.
Los amores escolares siempre tienen algo que evocan a una época donde la inocencia aún existía. Excelente. Saludos y un abrazo
Así es, mi estimada Ariane G. aunque existe un tango que textualmente dice" amores de estudiantes, flores de un dia son...", sin embargo la evocación de esos e ingenuos afectos, siguen llenando las alforjas de ilusiones, de masas de estudiantes enamorados, nosotros revivimos en el recuerdo, la inocencia, el afecto y la sinceridad de esos infantiles o juveniles amores y hoy son el andamiaje de un recuerdo imperecedero. Gracias Ariane G., con el afecto militante de un bardo viejo, que hoy se regocija con el corretear de los nietos.
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