A un joven el nevazo ya le crispa
resbala por los témpanos de hielo
le asusta lo difícil del invierno
no lleva ni una bolsa deportiva.
Es obvio que ha llegado sin la visa
y busca al sacerdote del convento,
tal vez le pueda dar comida, un lecho…
palabras que lo orienten en la vida.
Y así con el pesar en su semblante
sonríele de pronto a la nevada
y toma varias fotos del paisaje.
No falta el colorido de un romance,
recibe la señal de una muchacha
lo lleva hasta su hogar y da su manta.
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Autor:
Marah (
Offline) - Publicado: 3 de septiembre de 2016 a las 04:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: alma_28, Jesús Lantigua
Offline)
Comentarios3
Que bonito amiga
Un abrazo
excelente poema que termina bien, el hielo y el amor, bella poesia, saludos y abrazos.
Gracias por todo amigo, un abrazo
Precioso el poema. Muy bien por las rimas asonantes. Abrazos.
Gracias por todo amigo, un abrazo
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