… Un quien "antiquimérico"
Para todo cuanto sea necesario
Que me llame en horas de la mañana
Que me acostumbre a lo humano
Atendiendo a mis más deprimidos términos
Que acuda a mí aunque no sea el caso
Con aproximadamente la mejor sonrisa
Para infundir de esperanza
Mi temor habitual a los días sábados
Indicándome que ha descubierto en mi persona
Calidades no sujetas a cuestionamiento
Un hada cuyo nombre únicamente conste
En la guía telefónica de la ciudad que tiene sauces
De ciento cincuenta años
Con domicilio en ese mundo libre de dragones y barrotes
Un quien establecido desde mi primer fundamento
Para creer que la existencia no es un accidente
Ni un propósito imaginario
Sino el finiquito de dos amantes entregándose enteros
Y en una sola mirada… su ser
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