Piezas, simples figuras de juego.

Cecilio Navarro



En mi humilde casilla

del inmenso tablero de ajedrez,

contemplo la partida

que se libra, a través

de egos prepotentes que buscan el poder.

 

Celadas ajustadas

cerrando escaramuzas traicioneras,

jugadas temerarias,

puñaladas traperas

con un único fin, imponerse en la selva.          

 

Observo al caballero

retozando altanero, con sus armas

de calibre ligero,

desafiando a la dama,

al rey, y a todo el que ose, oponerse a su marcha.     

 

Los alfiles en cambio,

extienden con su radio, los apoyos

que creen necesarios

para escoltar al trono

y así, de esta manera, conseguir nombre propio.

 

La poderosa torre

arrasa las columnas y las filas,

protegiendo a los nobles,

aplastando cretina

a peones sufridos, que injusticias indignan.  

 

Juegan blancas y negras

se alejan y se acercan, suplantando

la gran tragicomedia

de la vida en un plano,

de la vida real que angustiados penamos. 

 

¿Pero que nos creemos?

Si el jugador se cansa de nosotros

nos tumba en el tablero

¡Sin excepción! ¡A todos!

Negras y blancas, juntos vamos, al mismo bolso.

 

Cecilio Navarro    04/09/2016

 

 

 

 

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  • Autor: Cecilio Navarro (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de septiembre de 2016 a las 09:13
  • Comentario del autor sobre el poema: Liras. Me he permitido introducir una pequeña modificación cerrando estrofas con alejandrinos. ¡A ver qué tal suena!
  • Categoría: Sociopolítico
  • Lecturas: 30
  • Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., YA SABES QUIEN, Amalia Lateano
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Comentarios +

Comentarios2

  • Maria Hodunok.

    Magnífico, poeta.
    Versos reales para hacernos reflexionar.
    Hoy, tus letras brillan.
    Felicitaciones.
    Mis cariños siempre.

    • Cecilio Navarro

      Gracias amiga mía por tus gratas palabras. Saludos.

    • Amalia Lateano

      Mucho me gusta el ajedrez. Creo que nuestra vida se desarrolla en un inmenso trebejo. Bello poema. Gracias por tu apoyo a mis versos.
      Siempre a tu lado
      Amalia

      • Cecilio Navarro

        Nada Amalia, acabo de descubrirte y estoy disfrutando con ellos. Saludos.



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