Me hace falta las noches
en que hacíamos el amor,
beber de tu pecho el manantial
que brota lentamente de tu cuerpo.
Me hace falta sentirte al despertar,
tu piel ligeramente tibia envuelta
en las blancas y suaves sábanas
entrelazándose con mis manos.
Extraño tus caricias en mi pecho
ayudándome a escapar del encierro
en que me encuentro en este instante
ya que libera mi corazón de la soledad.
Aún no olvido tu cuerpo sobre el mío
mis manos atadas a lado y lado de la tierra
por hilos invisibles que surcaron
mi interior en un soplo de eterno amor.
Con gran tristeza anhelo
susurrarte palabras al oído
deslizar mi boca por tu cuello
sobrepasando los límites del amor.
En la ducha el agua caía
y se deslizaba gota a gota
por tu ser, sensual espejismo,
eres el deseo encarnado en mujer.
Una enorme atracción unió tu piel a la mía,
éramos dos magnetos que se estrellan
el uno al otro sin cesar. Existe una
gran dependencia de mi hacia ella.
La necesidad de sentirnos amados
se apoderó inevitablemente de nosotros,
entre la pasión y el deseo se fue
consumando “para siempre” nuestro amor.
El sudor de mi piel se fue mezclando
con el embriagante aroma de tu pecho
y de tu boca salió un gemido
que rompió totalmente con el silencio.
No podía pronunciar palabra alguna…
Minuto a minuto esa mujer se apoderaba
ligeramente de mi esencia y solo
me limite a disfrutar de ese momento.
Tus piernas entrelazadas en las mías
jugueteaban con gracia en el lecho,
ese lecho cubierto por suaves pétalos de rosa
que con su perfume impregnaban nuestras almas.
Mis dedos se enredaban entre tu cabello
que cual finos hilos de oro se extendían
a lo largo de la almohada, y cuando
fuiste mía mi corazón se salió de mi pecho.
Afuera, en el exterior el día transcurría sin parar
pero para los dos ese momento no tenía fin,
éramos dos seres de la naturaleza dejándonos
llevar por el instinto y amándonos nada más.
Fui abriendo la puerta de tu corazón
y como un rayo lo atravesé dejando en un rincón
mi imagen allí retratada para que ni los años,
y ni otros hombres te hagan olvidar de mí.
Decir lo que sentía era inexplicable,
tu cariño abrigaba mi interior
y llegué a sentirme amado
como jamás lo pude haber sentido.
Tu amor me empujó a descubrir
lo infinito de tu cuerpo.
A embriagarme con el sabor de tus besos
porque al tocarte creí que era un sueño.
Un sueño del cual no quiero despertar
quería retenerte en una caja de cristal
para que yo solo pudiera verte
y ni el viento se atreviera a tocarte.
Es imposible escapar de tu recuerdo,
todavía siento tu aliento en mi rostro.
Tu pecho se posó sobre mí
como la lluvia cubre un atardecer.
Ansioso sigo aquí esperando
que tu figura se asome en el camino
para que esta tierra vuelva a besar tus pies
y este corazón destrozado tenga una ilusión.
Despacio enciendo la luz de mi cuarto
un destello inimaginable cruza por mi cara
es el brillo de tus ojos encerrado
en la profunda oscuridad de mi mente.
Tu frágil caminar se escucha
aún en los pasillos, cual golpear
de las alas en la blanca
arena que se extiende por la playa.
Permaneces todavía dentro de mi piel,
eres fuego eterno que no se extingue,
tu silueta se pasea de un lado a otro
y te vas desvaneciendo sin decir adiós.
Yo siempre te tendré presente hasta mi muerte
porque con tu ida te llevaste parte de mi alma
volaste de aquí como un hermoso pétalo
que ha dejado desnuda una parte de esa flor.
Al irte de mi lado se nubló
totalmente la esperanza de vivir,
sentí que el cielo se destrozaba
a pedazos con tu partida.
No puedo entender que te alejo
de mí. Estoy sumido en la desesperación
creó que nunca podré volver amar
tanto como te llegué amar a ti.
Inerte ha quedado mi corazón,
su latir se ha desvanecido poco a poco
el tiempo se ha encargado de acabar
con cualquier signo de vida.
A donde fue a parar los sueños
construidos por el amor que nos teníamos,
en qué lugar se encuentra ahora
los besos que cubrieron nuestros cuerpos.
No me sirven las palabras para consolar
esta tristeza que embarga mi ser
porque son palomas que se las lleva
el viento en su ir y venir diario.
Ahora que no te tengo, recorre
a mi alrededor una inmensa soledad
que quiere acabar conmigo
destruyendo cada ilusión que nace mí.
Amarte en la forma que lo hice
es olvidarse de todo sin mirar atrás,
despojándome de todo sin miedo
a fracasar en mi intento de quererte.
- Autor: ocastro23 ( Offline)
- Publicado: 4 de septiembre de 2016 a las 20:41
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 146
Comentarios2
Me encantaría ver editado su bello poema para eliminar los errores de tipeo.
Saludos.
Gracias por tus palabras, te comparto mi blog por si te interesa lo que escribo http://dreamers1949.blogspot.com.co/?m=1 un abrazo
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