Fue tu mirada verdeoliva
imán que subyugó multitudes,
que doblegó mi férreo torso.
Luciérnagas de noche sin estrellas,
de saco de dormir pegado al suelo.
A través de ellos llegué
a adentrarme
en los secretos de la colmena,
de una rosca sin fin.
Ante ellos me siento
tan de este mundo
que quiero beber a sorbo lento,
creer en el día de la ardilla
y leer en el iris tu
diario de a bordo.
Entre lámparas siempre ocultas
encontré el neón de tus ojos,
lo tengo frente a mí, se disipa,
brilla con toda intensidad.
Lo veo
vagando por entre muros de vergüenza.
Verdeoliva
como la tarde que dibuja en el horizonte
la figura de una dama
saltando entre algodones,
mano abierta, tull de seda,
extiendo la mía,
alargo al límite la tercera falange
y vuelvo a tus ojos.
- Autor: J.R. Infante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2016 a las 14:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, nelida moni, Amalia Lateano
Comentarios6
gracias por compartir lo paladearon mis ojos como un antiguo y buen vino.
Sencillamente bello, placer leerle.
Una feliz tarde, Alex.
Gracias, Adrian, me alegra saber que te ha gustado. Un saludo
Hola Alex: gracias por tu comentario. Besos
Apreciado Poeta J.R.Infante ,
gracias por publicar.
Me agrada mucho tu Poema.
Guardas la musicalidad
y tiene buenos tropos.
Un saludo
Amalia
Gracias, Amalia, por tus palabras. Es bueno saber que gusta el trabajo realizado.- Besos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.