Nunca entendiste que el amor no es solo luz,
también es estruendo;
que es memorizar las grietas del dorsal de la mano
antes que los precipicios de sus nudillos.
Y tanto me distraje contemplando tu vuelo
que olvidé ir a tu lado.
Te besé sin soplarte el polvo,
no esperabas esta profundidad
y te ahogaste.
Tus lijas me exfoliaron la piel,
que ya no arde,
que ahora es nueva.
- Autor: Caramelo de Ricina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de septiembre de 2016 a las 04:41
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, El Silente Vagabundo
Comentarios1
Muy hermoso
Felicidades
Nélida
¡Muchas gracias, Nélida!
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