Cuando cierro los ojos te imagino
blanca, suave, ardiente y entregada
con la piel deseosa de mis dedos
y la boca jugosa y abrasada.
Imagino tus pechos florecidos
imagino tu vientre, miel y nata
y la flor de tu amor jugosa y fresca
embriagando mi lengua desatada,
Luego el salto mortal entre tus
muslos, torneados de mármol y de nácar
y fundirme en tus aguas infinitas
y volver a nacer en tus entrañas.
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Autor:
Jose Luis Posa Lozano (
Offline) - Publicado: 7 de septiembre de 2016 a las 20:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
Offline)
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