Cuando dejé
de ser yo misma,
y dejar que los demás
fuesen Yo.
Y por primera vez,
vi mis manos pálidas
como la luna llena,
y mi rostro gastado
por los ultrajes del tiempo.
Y comencé a llorar,
llorar de dolor.
- Autor: Raquel Lainez 1980 ( Offline)
- Publicado: 8 de septiembre de 2016 a las 00:49
- Categoría: Triste
- Lecturas: 24
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