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Despertó y notó que algo en esa mañana era distinto, algo faltaba, miró al pie de la cama donde suele dejar su celular y se dio cuenta de que el mensaje de su amada no había llegado, ese que todos los días recibe con emoción y le da los buenos días.
“Ella toma café en las mañanas, a ella le encanta el café, él lee sus mensajes en la mañana, a él le encanta leer sus mensajes”.
Su mente se llenó de pensamientos agobiantes, su pecho se sintió vacío, su mirada se vino abajo, tenía un mal presentimiento, su mente se llenó de pensamientos agobiantes. Sin saber de ella continuó la mañana, no era igual, le hacía falta, la necesitaba, ella era su mañana, cayendo poco a poco en la incertidumbre, en la penumbra que se encuentra al fondo del mortal barranco al que cae cuando ella no está y del que solo ella con su pequeña mano llena de amables caricias lo puede sacar, pero ella no está. Pensamientos agobiantes llegaban a él. Sin saber de ella continuó la mañana, miraba el celular y sus mensajes no llegaban, a veces parecía escuchar el tono del mensaje y sentir la vibración del celular, pero era solo una ilusión, la mente le jugaba trucos causados por la extrema necesidad de hablar con ella. Aunque a veces pasaban por malos ratos, él la quiere, aunque ella a veces se quiere alejar, él la quiere y la busca, aunque su relación sea complicada, él la ama, aunque ella no solo tiene espacio en su vida para él, él la quiere, lo acepta y es consiente, él siempre busca las razones para estar con ella.
rebusca entre los escombros de su mente y saca las palabras escritas y salidas desde su magullado corazón que gracias a ella otra vez tiene una razón para latir, le habla y la hace reír al igual que él ríe cuando ella está con él, pero ella no está. Pensamientos agobiantes llegaban a él. Sin saber de ella y perdido en un mar de dudas estaba y una mañana que no parecía tener fin aumentaban el desespero de un hombre que lo único que quería era hablar con su amada, recibir los mensajes de ésa inherente figura que alimenta su alma y le da estabilidad, ella no lo sabe, pero para él ella es hermosa, ella no sabe que él se sonroja cuando la escucha decir “te quiero/te amo”, ella no sabe que es la única persona a la que le ha dicho “te amo”, ella no sabe que antes de dormir piensa en ella y al levantarse piensa en ella, ella no sabe que él reza por ella, ella no sabe que su corazón late muy fuerte cuando él le escribe cosas como esta, ella no sabe muchas cosas, pero ella si sabe que él la ama. No la ama como a un amor barato, no, tampoco como un esposo ama a su esposa, ni como una madre ama a su hijo, él la ama de una forma única como solo la amará a ella, así su amor por ella será inmortal y nunca podrá ser imitado o reemplazado, es un amor que se quedará con él hasta el día que muera, aunque ella en un futuro no esté, él nunca la olvidará y por eso él la quiere ahora, pero ahora ella no está. Pensamientos agobiantes llegaban a él.
“A ella le gusta la poesía y escribe poesía, de todos los poemas que él ha conocido de ella el que más le gustó y el que más le sigue gustando es ella misma, para él ella es el mejor poema que ha leído y vaya que ha leído muchos en libros y canciones”.
Sin saber de ella continuó la eterna mañana aburrida y sin sentido en la que estaba, ella es importante para él, debería decirle estás cosas, pero él es muy reservado y a veces calla, él quisiera encontrar la forma de decirle todas estas cosas que ahora usted querido lector si sabe, ¿cómo puede él hacerle saber a ella que la quiere tanto que es capaz de modificar el espacio tiempo en él haciendo que un día sin ella sea tan eterno y tortuoso? Él a veces calla. Querido lector le comunico esto a usted porque si algún día usted lo conoce a él abrácelo y no lo deje solo, él no quiere estar solo, ya ha conocido y convivido con la soledad mucho tiempo y no la quiere más, desde que conoció a compañía se siente mejor y con ella quiere estar, él pasó de querer hablar con ella a quererla ver, pero ella no está. Pensamientos agobiantes llegaban a él. Sin saber de ella llegó la tarde y nada cambió, de hecho empeoró no se sentía bien, la extrañaba, sufre cuando no está y él no quiere sufrir.
“Él es una persona normal, un tipo cualquiera, no posee ningún talento, no pinta, no baila, no canta (ella sí) no escribe (ella sí) en lo único que él es bueno es en hacer que ella tuerza los ojos hacia arriba cuando hace una estupidez y eso no es algo por lo que él se alegra, siendo un tipo cualquiera, normal, tal vez él piense que ella al encontrar a alguien con un talento puede ser que parecido a los de ella dejará de verlo y hablarle, esa idea le aterra, él no puede hacer nada solo sentir impotencia la cual es denominada y reconocida como celos”.
La tarde es gris, a ella le gusta el cielo gris, ese cielo gris en esa tarde representa lo que el cuerpo y alma de él siente y si llueve o serena pues… se puede interpretar claramente. Necesitaba hacer algo que distraiga su mente atormentada por la ausencia de su amada, algunas personas desean ir a la luna, volar, ver estrellas, vivir eternamente, saber los misterios de la vida, él solo deseaba verla porque así podía hacer todo lo anterior, pero ella no está. Pensamientos agobiantes llegan a él. Sin saber de ella continuó la tarde sombría que le mataba lentamente, podría enloquecer si continuaba así, debía calmarse así que meditó, entró a un cuarto y se vio a un espejo y se sintió culpable, culpable por las veces que la hizo sufrir, llorar, caer en estados depresivos, sabe que es por su culpa y por el egoísmo enamorado de estar con ella, se siente culpable, pero a la vez siente que hace lo correcto, él siente que ella con él es feliz, él confía en ella, estaba pensando en ella, dijo lo que sentía, lo que pensaba de él mismo por tener a ambos en es esa situación por culpa de su egoísmo enamorado. Esto fue lo que dijo:
Te odio.
Eso dijo.
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Quisiera decírselo a ella, pero no sabe si sería capaz y aunque lo fuera ella no está. Pensamientos agobiantes llegan a él. Eso es lo que le pasa a él, un hombre común sin nada de especial ni talentos cuando su amada no está, y solo es un día el que ha pasado sin ella. Sin saber de ella continuó la tarde maldita que pasaba sin ella, derrotado y sin fuerzas como aquel guerrero que el plena batalla se da cuenta que no podrá con su enemigo, derrotado por melancolía que abunda en él cuando ella no está, se paseaba por la casa desubicado de repente y de forma inesperada se le antojó un café, no un café cualquiera, quería un café con sabor a ella, ella sabe que él se siente atraído físicamente por ella, pero ella no sabe que ese gusto es tan grande que le da vergüenza y se sonroja, ella es una mujer especial, única que no te va a decir cosas bonitas si no las mereces, ella es una chica mágica, es un universo consiente y bello, ella es la métrica enigmática que envuelve su ser y lo salva, ella en sus días buenos, malos, regulares, aburridos, de rabia, locos, en sus días siempre está con él y eso él se lo agradece de la misma forma, pero ese día ella no estaba, él y ella son un poema que se está escribiendo con el pasar de los días, por suerte para ellos dos a ambos le gusta la poesía.
Él quería dedicarle una poesía, pero ella no está. Pensamientos agobiantes están él, sin saber de ella vio como lentamente llegaba la noche, ver el crepúsculo lo conmovió, quería que ella estuviera ahí y verlo juntos, pero ella no está. Pensamientos agobiantes están en él.
“Pensamientos agobiantes vengan a mí y déjenla a ella, ella merece ser feliz, vengan, vengan pensamientos agobiantes y denme una probada de lo que ella pasa cuando está en sus vaivenes de paz y sosiego, pero aléjense de ella, ella merece amor, benditos pensamientos agobiantes, implacables, crueles y destructores de mentes, causadores de penumbra vengan a mí y aléjense de ella, ustedes no la merecen, vengan a mí y yo los consumiré, me sumiré en sus deseos y me someteré a sus caprichos destructores, tan solo aléjense de ella, pensamientos agobiantes aléjense de ella”.
Sentado a las afueras de su casa en la oscuridad de la noche pensaba que ella no estaba, se sentía como una maldición que cayó en él, no saber de ella le rompe el espíritu, lo hace sentir estúpido y loco, un loco que tiene un vacío en el pecho con una sensación temerosa que se apodera de él, estaba dubitativo, se perdía en sus pensamientos y en todos sus pensamientos la veía a ella, toda su vida actual era ella, tuvo un pensamiento especial en el que dijo:
Soy de ti porque tú eres yo,
y sin ti no podría ser yo porque estás tan en mí,
que no sé donde comienzo yo y acabas tú.
Eso pensó una y otra vez como si fuera una melodía, quería decírselo, en serio quería decírselo, pero no encontraba el valor y si lo hallaba ella no está. Pensamientos agobiantes están en él. Sin saber de ella concluyó la noche pasó un día que para él ha sido un sufrimiento, no por lo que ella pudiera estar haciendo, no, ella tiene muchas cosas que hacer, él entiende eso, sufría tan solo porque ella no estaba, la necesita siempre con él, él es frágil y pequeño, tiene sus miedos, aunque parezca fuerte y sensato, no lo es, él suda y tiembla cuando la hace enojar porque no quiere que se enoje con él, suda y tiembla cuando ella le dice “tenemos que hablar”, suda y tiembla cuando ella no está. La necesita para sentirse grande y que vale algo, para sentirse bien consigo mismo, cuando ella está él se siente bien, es feliz, pero ella no está y los pensamientos agobiantes están acabando con él, sin saber de ella el día acabó, sin recibir su mensaje, sin sonreír, sin dejar de pensar en ella, el día acabo y ella no estuvo. Pensamientos agobiantes estuvieron con él. Acabó la noche, debía dormir, así tal vez la vería en sueños, eso le agrada, soñar con ella, al estar en su cama como siempre hacía pensó en ella hasta que se quedó dormido con la esperanza de que al despertar en la mañana siguiente llegaría ese mensaje que tanto espera, que lo hace feliz, el mensaje de su amada…
― Un loco y estúpido que la quiere a ella.
- Autor: Dominó ( Offline)
- Publicado: 8 de septiembre de 2016 a las 17:51
- Comentario del autor sobre el poema: Más que un poema solo describí lo que sentí ese día.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Lita_81
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