Mujer morena teñida del alma,
que antes hecha pedazos
y tu corazón roto con la calma
se ha cosido a retazos.
Hembra de magnificencia y bondad
con la que ahora rimo,
debiéramos amar la soledad,
sabes por qué lo digo.
Te ha acalorado en ventidós inviernos
el frío, y tú a la espera
de abandonarle o ponerle los cuernos
cuando haya primavera.
Mientras yo voy trepando por la ruta
que me lleva a tu acera
Tú tomas el sendero y te apresuras
a acortar las veredas.
Ya son dos veranos de compartir
lo fausto y lo funesto,
quedando sólo otoños macilentos
comiéndose la piel,
los daños y mi colmena sin miel.
Sigo hablando de la chica sombría,
pero más, más risueña;
Aunque es diferente a mí, es de las mías,
pues, utopías sueña.
Sin embargo, no me olvido de hablar
de lo gris que es la vida
pa' borrar el rosa que le han pintado,
y no es tocar la herida,
es cortar el sangrado.
Exploradora que hace las maletas
y me invita a su viaje,
soñadora que sabe cumplir metas
y yo ni pa' el peaje.
De corrido sé todas tus memorias
difícil de contarlas,
pero estos versos son dedicatoria
para ti, amiga Karla.
- Autor: Ofeliko (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2016 a las 23:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 119
- Usuarios favoritos de este poema: Norberto p.p.
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