Te encontré,
asustado y abandonado.
Estabas incompleto,
te faltaban las palabras.
Viviste toda una vida,
en tan solo nueve mil respiros.
Tan frágil y solo.
Tú, fruto lleno de arrugas
conociste la soledad
en un recipiente de desechos.
Es hora de dormir niño
eternamente
bajo el manto celestial.
Walberto Díaz
Derechos reservados ©
- Autor: Walbertopoetry (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2016 a las 01:38
- Categoría: Triste
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Hasher, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Genial tu triste y preciado poema amigo Walberto Diaz
Un placer leer tus versos...
Abrazos de amistad...
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias por los comentarios.
Un saludo.
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