Prosa número dos: Elevador al cielo

Agosto del 2014

Elevador al cielo

 En mi mundo; no existen las casualidades,

La vida da cátedra de autonomía,

De egoísmo puro ante subjetividades

Y siempre cicatera de oportunidades.

Es por eso que nos encontramos;

Sin quererlo,

Tomando acción de la vida chocamos;

Porque así tenía  que serlo;

Y porque así quisimos que fuera.

Mucha de nuestra naturaleza nos atrapo,

Empezó como un juego de palabras,

Y la promesa de un beso,

De decirnos alguien lo que iba a pasar;

Habríamos puesto cualquier pretexto.

Èse lunes lleno de Filosofía,

En aquel elevador, el cual mi vida cambiaría;

Ahí se encontraba el amor de hoy en día,

La bese, me beso, nos besamos

Y ahí mi vida se paralizaría.

 Buscando en los recuerdos;

Qué era esto que yo sentía.

Mi mente se encontraba confundida.

Y es que cuando te topas con el amor,

Y lo besas, y lo abrazas

Y se da ese beso que nunca habías dado;

Ese, que no necesita de ensayos,

Aquel en total armonía.

Podrás decir, que has encontrado,

Que haz tocado,

Que haz besado al amor.

Eder Guerrero.